Por desgracia, él no se conformaba con besarme, siempre querÃa meterme la mano por debajo del jersey. Yo no se lo permitÃa porque pensaba que ya habÃa tiempo para eso. Una opinión que él no compartÃa. Por eso, en una fiesta de confirmandos, metió la mano debajo del jersey de otra, justo delante de mis ojos. Y el mundo que yo conocÃa acabó en aquel momento.
David Safier